¿Qué es el Adviento?

El Adviento es el tiempo de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta. Además marca el inicio del Nuevo Año Litúrgico católico y este 2021 empezará el domingo 28 de noviembre.

Adviento viene del latín “ad-venio”, que quiere decir “venir, llegar”. Comienza el domingo más cercano a la fiesta de San Andrés Apóstol (30 de noviembre) y dura cuatro semanas.

El Adviento está dividido en dos partes: las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor, cuando ocurra el fin del mundo; mientras que las dos siguientes sirven para reflexionar concretamente sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre en Navidad.

En los templos y casas se colocan las coronas de Adviento y se va encendiendo una vela por cada domingo. Asimismo, los ornamentos del sacerdote y los manteles del altar son de color morado como símbolo de preparación y penitencia.

La Navidad -el día en el que Cristo nació para la redención del mundo- es el día en el que cambió el curso de la historia de la salvación. 

Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia, lo explica de esta manera: «Es evidente que el Hijo de Dios tomó nuestra condición y vino a nosotros no por un motivo insignificante sino por nuestro bien. Él se vinculó a nosotros, por decirlo de esta manera, tomando un cuerpo y un alma humana y naciendo de una Virgen, para poder darnos su Divinidad. De esta manera, Él se hizo Hombre para que el hombre se haga Dios» (Santo Tomás de Aquino, Las tres grandes oraciones, comentarios sobre la oración del Señor, el Ave María y el Credo de los Apóstoles).

En el Catecismo podemos leer: «La venida del Hijo de Dios a la tierra es un acontecimiento tan inmenso que Dios quiso prepararlo durante siglos. Ritos y sacrificios, figuras y símbolos de la «Primera Alianza»(Hb9,15), todo lo hace converger hacia Cristo; anuncia esta venida por boca de los profetas que se suceden en Israel» (Catecismo 522). En el Antiguo Testamento aparecen varias proclamaciones de este tipo: «Espere Israel al Señor, porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia: él redimirá a Israel de todos sus pecados.» (Sal 130, 7-8).

Este tiempo de espera y de preparación no se da sólo antes de la Navidad sino que se da en cada año litúrgico y también en la actualidad. El Catecismo afirma: «Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador» (Catecismo, 524).

Hay muchas maneras prácticas de entrar en el Adviento.

Los tiempos litúrgicos no existen sólo para la misa de los domingos, sino también para nuestro beneficio espiritual diario. Aqui un conjunto de cosas que podemos hacer para entrar en este espíritu del Adviento, un espíritu de expectación, vigilancia, arrepentimiento y alegría.

– Reza: «Rezar el Rosario todos los días centrándonos en los Misterios Gozosos» o «hacer una vigilia ante una clínica abortista con algunos amigos. Puedes salvar la vida de algún bebé y tal vez cambiar la mentalidad de alguno de los «Herodes» que dirigen las instalaciones».

– Ayuna: «Hacer un programa de ayuno para Adviento y ser moderado con la comida y la bebida en las fiestas de Navidad», o «ver menos la televisión durante este tiempo o, por lo menos, ver algunos clásicos de Navidad con la familia o los amigos», o «bajar el ritmo de compras».

– Dónate: «Recupera las obras corporales y espirituales de misericordia y realízalas una a una cada semana hasta que llegue la Navidad. Hay mucha gente herida que necesita sentir y recibir nuestro amor», o «háblales del sacramento de la Penitencia a tus amigos y familia y llévalos a un buen sacerdote para que se puedan confesar. ¿Cómo puede superar a eso un simple regalo de Navidad?»

– Actúa: «Compra y lee el libro del Papa Benedicto XVI sobre la infancia de Jesús», o «no tires el árbol de Navidad o quites el Belén justo después del 25 de diciembre, el tiempo de Navidad no ha hecho más que empezar», o «cumple los propósitos de Año Nuevo».

Estas sugerencias son sólo unas pocas de las muchas maneras que podemos seguir para entrar en este tiempo de Adviento. La Iglesia nos ofrece este momento de espera para que nos podamos preparar más plenamente para la alegría y la gracia que recibimos en Navidad.

FUENTE: Catholic.net / Aciprensa